Imagen—territorio es un proyecto que pretende hacernos reflexionar sobre la relación entre la imagen y el espacio común. Siguiendo en cierto modo el pensamiento de Jacques Rancière, intentamos entender el espacio como una «partitura» compartida, como un territorio donde la distribución de las cosas nos es dada como una intimidad que jamás nos es propia ni nos pertenece, es decir,  como una extimidad, como algo siempre externo y compartido. Imagen-territorio ha tomado diversas formas, comenzó con una acción en el espacio público llamada “des-uso”, acción en que un performer distribuye en una plaza pública, durante varias horas 100 sillas plegables de madera, mostrando el afecto que estas operan sobre el espacio público. Por la tarde el proyecto entró en el museo en la forma de una charla-performance sobre el porvenir de la imagen y el territorio. Las imágenes, papeles y objetos que se pueden ver dispuestas por el suelo son los restos o la huella de esta charla-performance que tuvo lugar el día 11 de enero en este mismo lugar. Hemos querido dejar en el espacio una parte de las sillas empleadas en nuestra intervención en el espacio público para que el visitante tenga la oportunidad de intervenir y hacer uso del espacio.

Des-uso

En “Des-uso”, un performer, haciendo uso de 100 sillas de madera plegables, escribirá en silencio, sobre una plaza, diversos espacios, diversas maneras de establecer el uso, el desuso o el abuso del espacio. “Des-uso” es una acción o una escultura en movimiento, una coreografía urbana, una acción de duración en cierto modo indeterminada, que operará transformaciones en el espacio, señalando el afecto tanto físico como puramente visual que unas sillas plegables de madera crean sobre el espacio público.

Charla-performance