Virginia García del Pino en la Filmoteca (colaboración)

Viernes 13 de febrero / Filmoteca CulturArts

22.30h: La décima carta (2014)– Virginia García del Pino

El retrato como documento y posicionamiento estético y ético. Varios diálogos se establecen con la proyección de esta película fascinante: diálogo con el cine y la figura de Basilio Martín Patino (entre el “nuevo cine español” de ayer y de hoy) y diálogo con la “ACCIÓN” del Taller que Virginia G. del Pino está desarrollando estos días en Cine por venir (del lunes 9 al viernes 13 de febrero), en el que la cineasta está trabajando precisamente sobre “el retrato”.

Contextualiza: Virginia García del Pino

04 programa 2015

Sinopsis: Basilio Martín Patino mandó en 1966 nueve cartas a Berta. Casi cincuenta años después, Virginia García del Pino intenta escribir la décima. Una carta compartida entre ella y Basilio Martín Patino, el retrato de una identidad en fuga que indaga, bajo el precepto enunciado por el propio Patino, “olvidarse de toda preceptiva sobre lo que se deba hacer”, qué queda de aquel estudiante rebelde que escribía a Berta en 1966, el inicio de una brillante trayectoria como cineasta.


20h: Nueve cartas a Berta
(1966) – Basilio Martín Patino

Película clave en el llamado “nuevo cine español” de los años 60 de uno de los cineastas más  importantes y más desconocidos de aquella generación. El diálogo entre aquel momento histórico y el nuestro es cada vez más vivo, y el trabajo reciente de Virginia G. del Pino (La décima carta) colabora enormemente a ello al recuperar la figura de Basilio Martín Patino y prolongar desde el presente las líneas de fuerza de su obra.

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Sinopsis: Lorenzo es un estudiante salmantino, años cincuenta, que acaba de pasar un verano en Inglaterra, donde ha descubierto otras formas de vida y otros horizontes, además de conocer a Berta, hija de un exiliado, por la que se siente atraído. A su regreso, el ambiente tradicional de su familia, la rutina de las relaciones con sus amigos y su novia, el tedio de su ciudad le resultan agobiantes. Se agudizan sus inquietudes e insatisfacciones en cartas dirigidas a aquella Berta ideal que quedó en el extranjero. Una escapada a Madrid, donde conoce también otros modos de vida, desencadena en él una crisis personal: algo no terminaba aún de acabarse, pero todo estaba ya a punto de cambiar.